El grupo empresarial Sando, consciente de que su labor empresarial tiene una fuerte influencia social, asumió hace más de una década el compromiso voluntario de reinvertir una parte de sus beneficios empresariales en actividades que repercutiesen en el bienestar social.
El incremento de este tipo de actividades puso de relieve la necesidad de crear una institución dependiente del grupo empresarial pero a la vez desprovista de fines lucrativos, que integrase todas las actividades que Sando ha venido gestionando en los últimos años en el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa.
De este modo nace Fundación Sando, encargada de poner al servicio de la sociedad, todos los medios y capacidad de los que dispone, para contribuir a un desarrollo sostenible del entorno mediante un programa de actuación en los ámbitos del Medio Ambiente, de I+D+I, y de Cultura.